Cuando se busca un coche de segunda mano, la cifra en el odómetro es, para muchos, el primer y a veces único factor determinante. Se cree erróneamente que un bajo kilometraje es sinónimo de un vehículo en perfecto estado y con una larga vida útil por delante. Sin embargo, los expertos y el propio mercado de vehículos usados han desmitificado esta creencia. La realidad es que un coche de segunda mano con más kilómetros, pero con un historial de mantenimiento meticuloso y transparente, a menudo resulta ser una compra mucho más sólida y confiable que uno con menos recorrido pero sin registros que avalen su cuidado.
Por Qué el Kilometraje No Lo Es Todo
Si bien el kilometraje indica la distancia recorrida por un vehículo, no cuenta la historia completa de su vida. Un coche con pocos kilómetros podría haber sido utilizado en trayectos cortos y urbanos, sometiendo el motor a constantes arranques y paradas que generan más desgaste que un uso prolongado en carretera. Además, un vehículo con muy bajo kilometraje podría haber pasado largos periodos inactivo, lo que puede causar problemas en juntas, sellos, neumáticos y otros componentes por falta de movimiento y lubricación.
La manipulación del kilometraje es también una preocupación real en el mercado de coches de segunda mano. Un odómetro adulterado puede ocultar el verdadero uso del vehículo, engañando al comprador sobre su estado real y la necesidad de futuras reparaciones costosas. Por ello, confiar ciegamente en un número sin contexto es un riesgo.
El Historial de Mantenimiento: La Verdadera Radiografía del Coche
Aquí es donde entra en juego la importancia capital del historial de mantenimiento. Este documento, ya sea en formato físico (libro de revisiones sellado) o digital (registros de taller), es la verdadera biografía del vehículo. Detalla cada servicio, cada reparación y cada pieza sustituida a lo largo de su vida útil.
Un historial de mantenimiento completo y consistente revela:
- Cuidado Continuo: Muestra que el propietario anterior se preocupó por la salud del coche, realizando los cambios de aceite, filtros, líquidos y revisiones periódicas según las especificaciones del fabricante.
- Anticipación de Problemas: Las revisiones regulares permiten identificar y corregir pequeños problemas antes de que se conviertan en averías mayores y costosas.
- Fiabilidad: Un coche que ha sido mantenido diligentemente es mucho más propeno a ser fiable y a ofrecer un rendimiento óptimo. Las piezas clave (correa de distribución, frenos, neumáticos, suspensión) habrán sido inspeccionadas o reemplazadas cuando correspondía.
- Transparencia: Un vendedor que puede presentar un historial completo demuestra honestidad y no tiene nada que ocultar sobre el pasado del vehículo.
Cómo un Historial Impecable Supera un Kilometraje Bajo
Imagina dos coches de segunda mano idénticos. Uno tiene 80.000 km, pero no hay registros de sus últimos servicios, ni se sabe cuándo se hizo la última revisión importante. El otro tiene 150.000 km, pero viene con un libro de mantenimiento sellado cada 10.000 km, facturas de las últimas reparaciones importantes (cambio de correa de distribución, revisión de frenos) y un historial de inspecciones técnicas (ITV) que valida los kilómetros y el buen estado.
En este escenario, el coche con 150.000 km y su historial documentado es, con mucha probabilidad, una opción más segura y una mejor inversión. Sabes exactamente qué se le ha hecho y cuándo, lo que te da una idea clara de su estado actual y de las futuras necesidades de mantenimiento. El coche de bajo kilometraje, sin historial, es una caja de sorpresas.
Al buscar un coche de segunda mano, siempre prioriza la transparencia y la evidencia del cuidado. Solicita siempre el historial de mantenimiento completo, consulta informes de tráfico (como los de la DGT en España) y, si es posible, haz que un mecánico de confianza lo revise. Un número en el odómetro puede ser engañoso; la historia de su mantenimiento, no.
